Descubrimientos científicos: Otto Schuman
La ciencia se interesa desde hace mucho tiempo en ciertos fenómenos, tales como la mediumnidad, las experiencias de muerte inminente, con mayor o menor éxito, incomprensión y desasosiego.
Varios practicantes reconocidos se han visto confrontados a estas interrogantes, situadas en la frontera de la ciencia, intentado aportar respuestas y analizar en forma científica estos temas, que pudieran parecer completamente irracionales, pero que ya no lo son en la actualidad.
Enfoque científico a través de los trabajos de Otto Schuman
La teoría de Otto Schuman define una forma de comunicación entre los seres vivos y nuestro planeta, mediante las ondas transversales magnéticas de éste último.
La tierra, las especies animales, el reino vegetal y los minerales están todos interconectados y responden a las mismas leyes.
Otto Schuman establece claramente el estrecho vínculo que existe entre todos los seres vivos y la fuente : la tierra, Gaïa.
Cada ser vivo emite sobre una frecuencia hertziana, ya sea que se trate de la tierra, las plantas, los animales y los seres humanos. (quienes, lo hago notar, son una especie animal, aunque formen parte de un reino separado e identificado como tal, y esto debe ser una evidencia para todos nosotros). Cada especie, entonces, es interdependiente, y una no va sin la otra.
Una explicación desde el punto de vista científico :
En 1998, C. H. ANDERSON descubrió el fenómeno muy corriente llamado POS (Sonido Oscilatorio Persistente), « sonido » generado en el interior, sobre todo después de una deshidratación o enfermedad, que es cuando se hace más fuerte ; este sonido se parece al zumbido de un insecto, y Anderson lo atribuye al REM (Rapid Eye Movement) (Movimiento Rápido de los Ojos), al estado de stress post-traumático, pero por sobre todo al ritmo normal ALPHA de 10 Hz. La RS es 20 000 veces menos potente que el campo magnético terrestre.
Hace miles de años, el campo magnético de la tierra era mucho más fuerte y la RS, (Resonancia Schuman) esta voz del planeta, también era muy fuerte, menos diluida por la contaminación EM, y nuestros ancestros podían escucharla. Es incluso probable que nuestro sistema nervioso se haya desarrollado en el transcurso de la evolución debido a la acción de la Resonancia Schuman. Es lo que parecen indicar nuestras 4 ondas cerebrales, ya que, salvo la onda Delta (la del sueño profundo), se ubican sobre las mismas gamas de frecuencias. La onda Delta ocupa la banda de 1 a 3 Hz. Ahora bien, las señales de frecuencias inferiores a 3 Hz pasan más fácilmente a través de la Tierra que a través de la atmósfera.
Otro investigador, JEROSLAV NOVAK, demostró que la RS y el campo EM ELF ejercen una influencia sobre los organismos vivos, y que la RS varía en función de los ritmos circadianos y otros ciclos temporales. Para él, el parámetro biológico constituye una débil señal que necesita ser amplificada 100 000 veces.
A pesar de todo, los cambios biológicos están bien en relación a las otras variaciones de la RS. Otra observación interesante de Novak es que las personas que sufren de perturbaciones en el sueño y de fibromialgia tienen una tasa de magnetita superior a la normal en el fluido del oído interno.
Como la audición humana normal se sitúa entre las frecuencias de 60 a 20 000 Hz, las señales inferiores a 60 Hz deben ser percibidas ya sea por la magnetita contenida en el oído interno, o por el cerebro en forma directa.
Otra cosa importante que se debe recordar : cada una de las 7 RS ocupa una banda de 1 Hz, es decir que cada RS tiene un ancho de 1 Hz. La primera banda de RS se produce a una frecuencia de 7,83 Hz, es decir, en el intervalo situado entre las 2 frecuencias, Alpha y Theta.
Existen 4 en total: ALPHA, BETA, DELTA y THETA.
Existen 5 grupos de frecuencias de ondas cerebrales vinculadas a nuestra actividad:
-Las ondas Delta de 0 a 4 Hz:
Son las ondas más lentas, pero también las más altas en cuanto a amplitud. Ellas se producen cuando una persona está en estado de sueño profundo, sin sueños, o en la meditación más profunda. Estas ondas « suspenden » la vida exterior y producen una profunda paz. Ciertas frecuencias de estas ondas desencadenan laproducción de una hormona de crecimiento que favorece la sanación y la regeneración. Comprendemos entonces porqué el sueño profundo es reparador y esencial al proceso de curación. En efecto, el principio general es que la frecuencia predominante del cerebro es lo más baja posible en términos de pulsación por segundo como para que la persona esté relajada y que mientras más ésta se eleva, la persona más agitada se sentirá.
– Las ondas Theta de 4 a 8 Hz:
Estas ondas se manifiestan lo más frecuentemente durante el sueño, en los estados de meditación profunda (cuerpo dormido y mente despierta); esto permite el acceso a los recuerdos y a la concentración mental interna.
Estamos entonces retirados del mundo exterior y más concentrados en el paisaje mental. Estas ondas están vinculadas al sueño despierto. La meditación con las ondas Theta aumenta la creatividad y disminuye el stress, agudiza la intuición y los dones de percepción extrasensorial.
– Las ondas Alpha de 8 a 12 Hz:
Ellas están presentes durante el sueño y la meditación, ligeras, con los ojos cerrados. A medida que más neuronas se involucran en esta secuencia, las ondas Alpha circulan a través de todo el córtex induciendo la relajación, pero no la meditación. Con las ondas Alpha, empezamos a acceder a la riqueza creativa que se sitúa por sobre nuestra consciencia despierta. Es la puerta que se abre a estados de consciencia profundos. Favorece lacoordinación mental global, la calma, la atención y la conciencia interna.
– Las ondas Beta de 12 a 40 Hz:
Estas ondas corresponden a nuestro estado normal cuando la atención se vuelca hacia las tareas cognitivas y al mundo exterior. La actividad Beta, rápida, se activa cuando nos encontramos en un estado de alerta o incluso ansiosos a veces, o concentrados en la solución de problemas, o en una toma de decisión, así como también en el tratamiento de la información, la concentración o la actividad mental. Para algunos investigadores, (y los más recientes trabajos van en esa dirección), la frecuencia Beta de 14 Hz sería la clave del acto de cognición.
– Las ondas Gamma de 40 a 80 Hz:
Ellas modulan la percepción y la consciencia (y desaparecen en el transcurso de una anestesia) ; corresponden al tratamiento de la información proveniente de diferentes zonas del cerebro dondeestán implicadas la memoria, las facultades de aprendizaje, etc.
De hecho, el ser humano es un ser complejo, más electromagnético que químico (es también el caso del universo) y sensible a los campos electromagnéticos naturales y provocados de forma artificial. En la vida misma, todos los procesos biológicos son una función de las interacciones de los campos electromagnéticos que constituyen el lugar entre el mundo de las formas y los esquemas de Resonancias; ellos almacenan las configuraciones y los modelos de información.
El puente que vincula las resonancias del sistema solar y las frecuencias cerebrales se sitúa en la hélice del ADN humano que se ha estructurado en el medio terrestre.
En su libro « El Hombre Estrella », Yvon Combe declara, justamente que «la existencia de nuestros órganos vitales sólo depende de miles de millones de reacciones bioquímicas que ocurren cada segundo.»
Mucho antes de transformarse en moléculas orgánicas dotadas con el poder de la vida, los elementos simples que componen estas mismas moléculas ya están dotados de energía polarizada, de fuerzas rotatorias orientadas, de campos inmateriales sensibles que responden a la energía del pensamiento.
El cuerpo humano está repleto de muchas otras cosas, que no son química. Está lleno también de la energía magnética y eléctrica que priman antes que cualquier otra forma de vida organizada, de la consciencia de ser y del pensamiento humano, que están ya allí desde antes de su creación.
Por último, sabemos ahora gracias a los trabajos de Schuman y Haimsworth, que gracias especialmente a la famosa RS o « Resonancia de Schuman », existe una relación armónica entre la Tierra y nuestro cuerpo-mente, esta RS que puede considerarse justificadamente como « la voz del planeta ».
El campo isoeléctrico de baja frecuencia de la Tierra, el campo magnético terrestre y el campo electroestático de nuestro cuerpo están estrechamente enlazados. De este modo, nuestros ritmos internos reaccionan entre sí, con los ritmos externos, con nuestro equilibrio, los esquemas REM, la salud y la concentración mental. Pareciera que las ondas RS regulan nuestros relojes internos, actúan sobre los esquemas Dormir/Sueños/Vigilia/Secreción Hormonal.
De hecho, los ritmos y las pulsaciones del cerebro humano son el reflejo de los de la cavidad terrestre, que funciona como un conductor de ondas.
Esta cavidad terrestre es une cavidad ”resonante” formada por el conjunto Ionósfera/corteza terrrestre, que emite une onda de 7,5 ciclos por segundo, es decir una
frecuencia de 7,5 Hz, que es precisamente la frecuencia de resonancia de las estructuras cerebrales de los mamíferos, de los cuales forma parte el hombre. La misma constante existe en la relación energía, información y el ser vivo.
Para referirse a la energía del ser vivo, la medicina actual cita mucho los azúcares y calcula todo en calorías. Sin embargo, sabemos que el rendimiento (% de la energía transformada en trabajo) de una máquina a vapor no puede sobrepasar el 30 %, y el 70 % restante se liberaría en forma de calor, lo cual, en un órgano vivo causaría perturbaciones enormes (edemas, hipertermias, sudoraciones intensas, etc.) que provocarían la muerte. Por lo tanto, el ser vivo utiliza otras energías tales como la eléctrica y la magnética. En efecto, cada ser es recorrido por corrientes eléctricas y está bañado en sus propios campos magnéticos estudiados en MBE (Medicina Bio-Energética), cuyo creador fue C. LAVILLE. Mejor aún, todos los organismos vivos realizan trasmutaciones con bajos niveles de energía, es decir, prácticamente sin liberar calor, como lo demostró KERVRAN en 1960. Pues bien, estas reacciones de fusión (Mn25+H1=Fe26) corresponden a la de la bomba de hidrógeno de la cual aún no sabemos cómo controlar la liberación de energía y calor. Es más, la materia viva vibra de forma diferente a la materia inerte y crea sus propios campos magnéticos específicos.
Para nosotros, la Tierra es un ser vivo; como en todo ser vivo, la parte más importante que es la que le da vida y que es el motor de su organización biológica es la parte más sutil, la menos visible : la atmósfera que la rodea.
Es este espacio protector el catalizador que da vida a la Tierra mediante las partículas ionizantes de la Tropósfera, que se organizan en campos de energía de un muy alto potencial eléctrico. Esta actividad eléctrica da origen al calor y al frío, a lo seco/húmedo, la presión/depresión, a las tormentas y a los rayos. Rayos que forman en todo el contorno de la Tierra una Red Eléctrica necesaria para los intercambios cielo/tierra en forma de informaciones eléctricas polarizadas.
El Profesor LEROY consideraba que «el universo es un edificio enorme formado de pisos vibratorios »; para el Profesor TOURNAIRE « todos los corpúsculos (electrones, protones, neutrones) son singularizaciones de la energía ».
En efecto, los mundos físicos y psíquicos son solidarios, porque poseen la misma esencia; lo mismo ocurre con el ser humano, cuyo psiquismo es el pariente del psiquismo de la materia; mente y materia son las caras opuestas y complementarias de la misma energía.
Koenig, un alumno de Schuman, después de haber tomado las lecturas de las señales RS, observó la gran similitud de la señal diurna de la RS con el ritmo Alpha y de la onda RS ultra larga de 3 Hz nocturna con el ritmo Delta del sueño.
Esta constatación le permitió a Koenig postular que las ondas cerebrales ELF habían evolucionado de tal forma como para utilizar las señales naturales de su lado.
B. LOMETREE registra 2 señales anormales que se sitúan dentro de la gama Delta: una de 0,9 Hz, y la otra de 1,82 Hz. Estas ondas de energía son, sin lugar a dudas, lo que llamamos las ondas ALFVEN, micropulsaciones dentro del plasma magnetosférico.
Según LOMETREE, La atmósfera sería un medio favorable para la mezcla de las señales; cuando se mezclan 2 señales, se obtiene la suma y la diferencia es ahí fundamental; estas señales se producen en frecuencias ultra bajas y responden a ciertas leyes acústicas. Así, estamos realmente conectados a nuestro planeta, y la Tierra y nuestro Cuerpo/Mente están en relación armónica. El campo isoeléctrico de Baja Frecuencia de la Tierra, el campo electromagnético de la Tierra y el campo electroestático que surge de nuestro cuerpo están estrechamente entrelazados. Nuestros ritmos internos interactúan con los ritmos externos, influyendo en nuestro equilibrio, los esquemas REM, la salud y la concentración mental.
Pareciera que las ondas RS regulan igualmente nuestros relojes internos actuando sobre los esquemas Dormir/Sueños/Vigilia/Secreción Hormonal. Es más, los ritmos y pulsaciones del cerebro humano son el reflejo de los de la cavidad terrestre, que funciona como un conductor de ondas. Y estas RS son fluctuantes, tal como las ondas cerebrales.
Todas estas relaciones electromagnéticas son demasiado complejas como para poder estudiarlas aquí, incluso de forma somera. Sin embargo, era necesario evocar su rol, porque ellas afectan nuestra parte mental, la estructura general y celular de nuestro cuerpo, nuestros ciclos de descanso y nuestros sueños, nuestras emociones y nuestro espíritu.
Todo nos lleva a creer que la salud humana está ligada a los parámetros geofísicos por el sesgo de la RS, cuyas señales naturales ejercen una influencia sobre la evolución del modelo de las ondas cerebrales.
A partir de este hecho, los campos eléctricos producidos por las técnicas modernas ejercen una influencia sobre nuestra salud y nuestro psiquismo y pueden constituir elementos que tienden a modificar al ser humano y a la vida misma sobre nuestro planeta.
En el caso de las ondas ELF, por ejemplo, nos hemos dado cuenta de que estas ondas de potencia muy débil tienen una enorme influencia en el ser humano, tal como ocurre con las ondas electromagnéticas.
En efecto, todo organismo vivo reacciona frente a estas señales, conocidas con el nombre de ondas: las Ondas Delta (0 a 4 HZ), Theta (4 a 7 Hz), Alpha (7 a12 Hz), Beta (12 a 25 Hz) y Gamma (25 a 60 Hz).
El cerebro reacciona bajo los impulsos de ciertas frecuencias, a sonidos de vibraciones. El sonido se mide en Hertz o ciclos por segundo;cada ciclo de una onda es una sola pulsación del sonido. El oído humano puede percibir las ondas de 16 Hz a 20.000 Hz, pero no las frecuencias muy bajas, de las cuales sólo percibimos los ritmos.
Las frecuencias de nuestras ondas cerebrales nos indica en qué tipo de actividades está ocupado nuestro cerebro, ya que éste utiliza su propia gama de vibraciones para comunicarse con el restodel cuerpo. Estas ondas, clasificadas según su frecuencia, y estas frecuencias predominantes de nuestras ondas cerebrales nos indican en qué tipo de actividad está implicado nuestro cerebro.