Aptitudes de clarividencia y clariaudiencia
¿Sería, entonces, una zona del cerebro la que es biológicamente diferente? Estas aptitudes particulares, llamadas comúnmente «dones » serían, entonces, predisposiciones particulares ligadas al individuo, o en forma más general, al reino humano? Las investigaciones sobre la epífisis neural llevadas a cabo recientemente por el investigador, neuro-psiquiatra y Máster en Ciencias, Profesor Felipe de Oliveira nos aportan elementos de respuesta clara, que demuestran una predisposición biológica indiscutiblemente establecida.
Esta glándula endocrina difiere en su constitución en los pacientes que presentan estas aptitudes cerebrales particulares, que están lejos de ser el fruto del azar o de un don adquirido, no se sabe de qué forma.
La epífisis está concebida en forma diferente en cada individuo. Los fenómenos denominados de precognición son lejos los más interesantes.
El clarividente, sumido en un estado de consciencia alterado, disminuye el umbral de sus ondas cerebrales y en ese momento el cerebro « desembraga » y está listo para recibir informaciones visuales o auditivas. El conjunto de las zonas encefálicas procederá a continuación al descifrado de esta información. El practicante a cargo tendrá entonces acceso a la biblioteca de información individual de quien consulta. Así empieza la sesión.
John P. Rose, de la Universidad de Oxford declara que « el ser humano es biológico, psicológico y espiritual. »